miércoles, 23 de abril de 2014

G  A  B  O
    Con la reciente muerte de "Gabo", como se conocía popularmente a Gabriel García Márquez, desaparece el más grande escritor contemporáneo en lengua castellana. Pocas veces el idioma castellano fue utilizado de manera tan brillante. Fue el más importante escritor del "boom" latinoamericano, donde hay figuras tan importantes como él, como por ejemplo Vargas Llosa, ambos Premios Nobel de Literatura. Con GGM la primacía literaria universal dejó de detentarla Europa.
    Nació Gabriel José García Márquez el 6 de marzo de 1927 en Aracataca(Macondo en la ficción), Colombia, siendo el primogénito de once hermanos. Hasta los ocho años se crió con sus abuelos maternos: él, un coronel retirado, y ella, una gran supersticiosa, que le influyeron con sus enseñanzas y relatos profundamente, convirtiéndose en una de las principales fuentes de su novelística.
    Tras abandonar los estudios de Derecho, GGM se dedicó al periodismo, gracias al cual pudo viajar a Roma, Londres y París. Sus crónicas son estilísticamente brillantes, aunque cabe reconocer, como hace Juan Malpartida, que como periodista "quizá le faltó amor a la verdad de los hechos". 
    Pero donde Gabo brillará con una luz deslumbrante será en la literatura. En 1967, tras ser rechazada por Seix Barral,  la editorial Sudamericana de Buenos Aires publicaba Cien años de soledad, "el Quijote de nuestro tiempo" como la definió Neruda, una verdadera obra maestra. Ya había escrito El coronel no tiene quien le escriba y a continuación vendrían El otoño del patriarca, Crónica de una muerte anunciada, El amor en los tiempos del cólera o El general en su laberinto.
    La novelística latinoamericana había estado dominada por el realismo social. Las cosas, el mundo se entendían mejor reflejándolo fielmente cual si de una fotocopia se tratara. En cambio, GGM inaugura el realismo mágico o, en expresión de Alejo Carpentier, lo real maravilloso, según el cual la imaginación era el mejor medio para conocer las cosas. De esta manera, en el escritor colombiano se funden y confunden lo real con lo mitológico  y fantástico.   
    Lector voraz, guionista de cine, sencillo en su forma de ser, proclive a la izquierda hasta adoptar posturas quijotescas, como su inquebrantable apoyo a la revolución cubana, ha demostrado con sus obras que en la actualidad donde mejor se maneja el castellano es en Latinoamérica, alcanzando niveles insuperables.