miércoles, 27 de noviembre de 2013

J F K
Nacido en Brookline(Massachussetts) el 29 de mayo de 1917 en una familia acaudalada y católica, llegó a ser el trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos y, debido principalmente a su muerte trágica con tan sólo 46 años, se convirtió en un mito, a lo que contribuyó también su romance con otro mito del cine, Marilyn Monroe.  50 años después de su desaparición su figura sigue interesando. El impacto mediático del magnicidio sólo ha sido superado por el atentado del 11 de septiembre de 2001.

Muy marcado desde joven, al igual que sus ocho hermanos, por la ambición desmedida de  su progenitor. "No me importa lo que hagáis en la vida, pero hagáis lo que hagáis, sed los mejores del mundo. Si habéis de picar piedra, sed los mejores picapedreros del mundo", les decía. 

Preocupado por el deporte y por cortejar a las chicas, no fue muy buen estudiante, pero gracias a la chequera de su padre emprenderá una fulgurante carrera política que le llevará a la Casa Blanca. De 1947 a 1953 fue miembro de la Cámara de Representantes por Massachussetts y de 1953 a 1961 senador. Sólo le quedaba para cerrar el cursus honorum la presidencia, lo que  consiguió en una reñida campaña contra Richard Nixon. Se convertía así en el primer presidente católico de su país.



Su obra política tuvo aciertos y errores, como no podía ser de otra manera. Pero lo que nos interesa reseñar ahora es que Kennedy aportó una nueva manera de hacer política, más cercana a la gente, más preocupada por los problemas de los ciudadanos. Quería hacer cosas por la gente. Además, supo embarcar a los norteamericanos en un proyecto común ilusionante. Durante su investidura en 1961 dijo: "No preguntéis lo que puede hacer tu país por ti; pregunta lo que tú puedes hacer por tu país". A este nuevo estilo de hacer política habría que añadir que Jonh Kennedy era un buen orador y un hombre muy atractivo físicamente, con una gran presencia escénica. En suma, un hombre fascinante.

Kennedy fue el cuarto presidente asesinado en Estados Unidos después de Abraham Lincoln, James Garfield y William Mckinley. A fecha de hoy las circunstancias del atentado, así como los organizadores del mismo, no están completamente aclaradas. El mito continúa.

lunes, 25 de noviembre de 2013

NO ME GUSTA ESTUDIAR
Hace unos días, una compañera me informó que una de sus alumnas(de la que soy Tutor) no trabajaba nada la asignatura que ella impartía(creo que Ciencias Naturales). Durante la hora de Tutoría llamé a mi mesa, en un aparte, a la alumna en cuestión y le pregunté por qué no estudiaba dicha asignatura.  Cual no sería mi sorpresa cuando me dijo que ella estudiaba todas las asignaturas menos Ciencias Naturales y añadiendo también Tecnología, la primera porque no le gustaba y la segunda porque su profesora le había cogido manía.

Intenté hacerle ver que tenía que estudiar todas las asignaturas, gustaran o no, hubiera por parte del profesor manía o no. Sólo faltaba que los alumnos pudieran estudiar, digamos, "a la carta". Los alumnos, los buenos alumnos, tienen que desarrollar una buena conducta y un aspecto de ésta muy importante es la laboriosidad, en su caso el dedicar tiempo a todas y cada una de las asignaturas que tenga. Esta alumna estaba equivocada al enfocar el estudio con criterios de gusto o no gusto. No se trata de que el estudio en general nos guste o no nos guste, sino que es una cosa que debemos hacer. No estamos ante una cuestión de gustos, sino de deber. 

Una vez asimilado que hay cosas(en este caso el estudio) que hay que hacerlas porque no hay más remedio que hacerlas y porque en último término nos conviene hacerlas, una vez interiorizado esto, sólo queda adaptar nuestra conducta a dicha finalidad. 

Si el alumno logra moldear su conducta de esta manera, teniendo como principal norte el deber, se incorporará mejor a la sociedad en general y al mundo laboral en particular.


Estamos convencidos que valores como la honradez o  la laboriosidad, en suma la buena conducta, es lo más importante en la vida, por encima incluso del dinero, pues éste en cualquier momento nos puede faltar mientras que la conducta nos acompañará siempre. 


miércoles, 13 de noviembre de 2013

TÉCNICAS DE ESTUDIO

NO ME GUSTA ESTUDIAR
Hace unos días, una compañera me informó que una de sus alumnas(de la que soy Tutor) no trabajaba nada la asignatura que ella impartía(creo que Ciencias Naturales). Durante la hora de Tutoría llamé a mi mesa, en un aparte, a la alumna en cuestión y le pregunté por qué no estudiaba dicha asignatura.  Cual no sería mi sorpresa cuando me dijo que ella estudiaba todas las asignaturas menos Ciencias Naturales y añadiendo también Tecnología, la primera porque no le gustaba y la segunda porque su profesora le había cogido manía.

Intenté hacerle ver que tenía que estudiar todas las asignaturas, gustaran o no, hubiera por parte del profesor manía o no. Sólo faltaba que los alumnos pudieran estudiar, digamos, "a la carta". Los alumnos, los buenos alumnos, tienen que desarrollar una buena conducta y un aspecto de ésta muy importante es la laboriosidad, en su caso el dedicar tiempo a todas y cada una de las asignaturas que tenga. Esta alumna estaba equivocada al enfocar el estudio con criterios de gusto o no gusto. No se trata de que el estudio en general nos guste o no nos guste, sino que es una cosa que debemos hacer. No estamos ante una cuestión de gustos, sino de deber. 

Una vez asimilado que hay cosas(en este caso el estudio) que hay que hacerlas porque no hay más remedio que hacerlas y porque en último término nos conviene hacerlas, una vez interiorizado esto, sólo queda adaptar nuestra conducta a dicha finalidad. 

Si el alumno logra moldear su conducta de esta manera, teniendo como principal norte el deber, se incorporará mejor a la sociedad en general y al mundo laboral en particular.


Estamos convencidos que valores como la honradez o  la laboriosidad, en suma la buena conducta, es lo más importante en la vida, por encima incluso del dinero, pues éste en cualquier momento nos puede faltar mientras que la conducta nos acompañará siempre.